Ceilán
- Los Guardianes Silenciosos
Avanza hasta
la cueva. Verás una especie de murciélago
colgado del techo.
Éstos son los Guardianes Silenciosos que dispararán
una descarga de flechas hacia cualquier ruido. Camina por
la hierba para evadir al primero, evita pisar la piedra,
tendrás que saltar de hierba a hierba.
En la próxima caverna, necesitarás subirte
a la cornisa que hay a la derecha y pasar colgado por ella
evitando hacer cualquier ruido. Ahora llegamos a un lugar
en el que hay solo piedra y el guardián nos oirá
con seguridad. Recoge una calavera y lánzala hacia
la estatua; corre y salta a la zona de hierba que hay justo
debajo del guardián. Lanza otra calavera para distraerle
de nuevo y sal del cuarto.
Ahora verás
otro cuarto con una cascada grande. Sube las escaleras y
acaba con un par de enemigos. Rellena tu cantimplora en
la fuente de la pared a la derecha. Continúa a otro
cuarto llenó de Guardianes Silenciosos. El truco
aquí es asegurarse de que la calavera aterriza bastante
cerca de todos los Guardianes que estén cerca del
camino que vayas a seguir para que los active a todos y
puedas pasar por los lugares de hierba. Lanza la primera
calavera entre los dos guardianes primeros y llega al primer
trozo de hierba.
Ahora haz lo
mismo para dirigirte al que hay a la izquierda.
Luego, al otro de la izquierda y sube las escaleras poniéndote
en el trozo de hierba que hay detrás de la estatua.
Coge otra calavera y lánzala justo al centro de los
tres guardianes que quedan. En ese momento salta el hueco
humeante y ponte en el último trozo de hierba. Lanza
otra calavera al centro de los guardianes y sal de la habitación
para acabar el nivel.
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