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Durante los años 20 el mago Orpheo se hizo tan popular que llegó a abrir su propio teatro. Centenares de personas llenaron todas las noches las butacas del local hasta esa terrible noche del 31 de octubre de 1928 en la que al intentar realizar su famoso truco de teletransporte la ayudante de Orpheo, su hija Etizabeth, no fue enviada de una caja a otra, sino que desapareció en el limbo. Desde esa noche Orpheo no volvió a ser el mismo y, destrozado por el dolor, acabó abandonando el teatro.
Setenta años más tarde el edificio del que fuera el palacio de la magia permanecía vacío y abandonado, pero una noche dos muchachos llamados Terry y Alex se acercaron a los viejos muros del teatro. Terry, que creía firmemente en la magia, había conducido hasta allí a su hermano para pedirle que le acompañara a explorar el interior del edificio. Alex pensaba que los trucos de los magos no eran sino ilusiones diseñadas para engañar al público y se resistió a acompañar a Terry, pero acabó cediendo. Se introdujeron por el callejón de la derecha del edificio y entraron en el teatro por la puerta de artistas. La puerta conducía directamente a la parte trasera del escenario, pero nada más dar un par de pasos los dos jóvenes quedaron aterrorizados por la aparición de un fantasma cuya cabeza rodó por el suelo hasta sus pies. Mientras la puerta por la que habían entrado se cerraba a sus espaldas, fueron saludados por un nuevo espectro que pronto reconocieron como el propio Orpheo. Entre carcajadas, el mago señaló que necesitaba dos voluntarios para la función de esta noche y que había decidido utilizarles a ellos como sus nuevos ayudantes. Orpheo condujo mágicamente a Terry a una habitación llena de extraños objetos y, al darse cuenta de que Alex no estaba con ellos, abandonó a la niña en la habitación para volver a por su hermano. Terry se dio cuenta de que estaba encerrada en el interior del museo de curiosidades naturales. Al examinar la bola de cristal que había sobre una de las mesas escuchó el extraño mensaje de una mujer, precisamente la misma mujer cuya cabeza había caído al suelo pocos minutos antes, diciendo que debían abandonar el teatro antes de medianoche para escapar de la maldición de Orpheo. Siguiendo sus indicaciones, pulsó sobre las manchas en forma de ojos que había en la parte trasera de la gran cobra disecada y escuchó el ruido de un mecanismo. Detrás del cráneo de búfalo colgado en una de las paredes habia una puerta secreta. La puerta conducía al museo de cera. Terry abrió la puerta situada justo enfrente y examinó las estatuas de cera. Al observar el libro del mago Merlín, escuchó un mensaje referente al color de ciertos ojos, y a través de la lupa de Sherlock Holmes comprobó que en el interior de una caja verde, que se abría con una llave del mismo color, había dos ojos de cristal. En uno de los pasillos, Terry descubrió que detrás de una cortina había una puerta, pero no pudo entrar porque no había luz. Terry siguió recorriendo los pasillos del museo de cera hasta encontrar la puerta que conducía al taller de modelado. Allí encontró una vela en un cajón, abrió otro cajón, encontrando en su interior varios ojos de colores y, recordando el mensaje de Merlín, colocó sobre la máscara cercana un ojo azul y otro verde. Se volvió a escuchar el ruido de un mecanismo, pero antes de nada trepó por un montón de cajas hasta encontrar en el techo de la sala un dispositivo contra incendios, así que lo activó manualmente y el agua cayó sobre la caldera con cera caliente reduciendo su temperatura. Terry bajó por las cajas, caminó hasta el fondo del estudio y encontró la puerta secreta que se había abierto al colocar los ojos en la máscara. Conducía a lo que parecía ser un camerino, y allí, después de recoger una llave sobre la máquina de coser, encontró un retrato de Orpheo con dos chicas a su lado. Terry recogió un cristal para gafas situado sobre el retrato, lo colocó en las gafas rotas y, al utilizarlas, tuvo una extraña visión. Las dos chicas eran Mary y Elizabeth, las hijas de Orpheo, y Mary se había enfadado porque su padre había escogido a Elizabeth y no a ella para ayudarla durante las funciones. Furiosa, Mary había estudiado magia negra y había lanzado una maldición sobre su padre según la cual todos sus trucos comenzarían a funcionar mal y ella se convertiría en la estrella.
LOS CINCO OBJETOS MÁGICOS
La otra puerta
de la habitación estaba cerrada, así que Terry regresó
al estudio de modelado, desde allí al museo de cera y alcanzó
el hall del teatro a través de la puerta situada junto a la estatua
del mago Merlín. Terry subió las enormes escalinatas del
teatro hasta alcanzar la planta principal, donde se encontraban las grandes
puertas por las que antiguamente entraba el público. Una pequeña
puerta a la derecha con la indicación ”Employees only” -sólo’empleados-
llamó su atención, así que entró por ella,
y en el pasillo que había a continuación, entró por
la primera puerta para llegar a lo que parecía ser una oficina.
De repente, Orpheo apareció en la habitación y, furioso
al ver que Terry había escapado de su prisión, cerró
la puerta con un muro de ladrillos. Pero Terry encontró algunos
interesantes documentos en los cajones del escritorio, utilizó
el teléfono y descubrió una puerta secreta colocando la
chaqueta sobre el colgador de la pared. Nuestra amiga estaba de nuevo
en el hall, así que abrió la misma puerta, pero esta vez
atravesó el pasillo y cruzó la puerta del fondo para llegar
de nuevo al escenario. Se fijó en una nota con la inscripción
”T BOXES” en una de las cuerdas, así que tiró de ella y
dos cajas de teletransporte, indudablemente las que Orpheo utilizó
en su fallido truco, se colocaron sobre el escenario. A continuación,
bajó por unas escaleras de caracol hasta llegar a una habitación
con el suelo cubierto de losas blancas y negras, y entró por una
puerta con el rótulo ”COSTUME REP/MAKEUP”.
Terry examinó el espejo y pronto observó una nueva visión
de la mujer sin cabeza. La mujer, que dijo llamarse Felicia, explicó
que había una maldición sobre el teatro y que para romperla
había que encontrar cinco objetos mágicos pertenecientes
a Orpheo y colocarlos sobre la estatua de cera de Orpheo que se encontraba
en el ático del teatro. Felicia estaba explicando que los objetos
-sombrero, varita mágica, capa, medallón y ojos- debían
ser colocados antes de la medianoche para romper la maldición,
cuando se escuchó la voz de Orpheo acercándose a la habitación.
Terry se escondió detrás de unos vestidos y sólo
salió cuando estuvo totalmente segura de que el mago había
vuelto a marcharse.
LA VARITA MÁGICA
Terry se lanzó
por el agujero de la lavandería para alcanzar el sótano
del edificio. Alli. abrió la puerta con la inscripción ”PROP
STORAGE”, localizó un escritorio y comprobó que la llave
abría uno de sus cajones. Dentro, había lo que parecía
ser el pomo de una puerta, pero en el momento en el que intentaba cogerla
el esqueleto que habia estado colgado de la pared cobró vida y
comenzó a perseguirla, Sin perder un segundo, Terry volvió
a atravesar la puerta por la que había entrado, entró en
la sala de mantenimiento y corrió hasta la puerta roja que conducia
a la sala de calderas Cuando volvió a abrir la puerta, el esqueleto
intentó atraparla, pero la cera que lo formaba se derritió
por efectos del calor.
Libre de peligros, Terry regresó al escritorio y recogió
sin problemas el pomo. Con él, se dirigió a los camerinos,
se introdujo en el de Elizabeth y mantuvo una interesante
conversación con la joven através del espejo. Elizabeth
explicó que estaba atrapada en el limbo desde que el truco de teletransporte
falló, que su padre enloqueció a causa de la maldición
y que Mary era la responsable de todo. El pomo permitió a Terry
entrar en el carnerino de Aldo, una de las personas que trabajaban con
Orpheo en la época de la maldición. El fantasma de Aldo
explicó que había sido victima de otro de los trucos fallidos
de Orpheo y reveló que, desde la maldición, todos los trucos
comenzaron a fallar y a causa de ello Orpheo perdió, no sólo
a su hija, sino a todos sus colaboradores. Obsesionado con conseguir que
los trucos funcionaran de nuevo, Orpheo llegó a pedir a personas
de la calle que le ayudaran. Aldo explicó que su maestro, el gran
Harry Houdini, tenia algo que podría ayudar a Terry, pero que para
conseguirlo se necesitaba la varita mágica de Orpheo. Terry activó
un resorte junto al espejo para abrir una puerta secreta que conducía
al museo de cera, pero nuestra amiga abandonó el camerino por donde
había venido y encontró la habitación de los músicos
junto a las escaleras de caracol. Subiá al foso de la orquesta
y examinó la partitura del director para descubrir que estaban
interpretando la famosa ópera ”La flauta mágica”, así
que Terry intento coger la flauta y lo único que consiguió
es que algo parecido a una flecha saliera disparado de la flauta y se
estrellara en la frente del
director. El objeto que había salido de la flauta era la varita
mágica de Orpheo.
AL RESCATE DE ALEX
Terry regresó sl museo de cera a través del camerino de Aldo, encontró la estatua de cera de Houdini y utilizó la varita mágica sobre el bolsillo de su traje de baño para revelar la presencia de una llave. Nuestra amiga regresó al cuarto de mantenimiento a través de la puerta cubierta por una cortina, ya que ahora la vela le permitia cruzar el almacén situado detrás de ella. Atravesó la sala hasta encontrar una puerta dorada que se abria con la llave recién encontrada y dentro encontró a Alex, dividido en tres pedazos por la magia de Orpheo. Pero Terry no tuvo ningún problema para unir correctamente los tres trozos y Alex recuperó su aspecto habitual. De nuevo juntos, los dos hermanos exploraron la habitación. Al fondo, había una caja de teletransporte idéntica a las dos del escenario, pero antes de llegar a ella recibieron la visita de un nuevo fantasma, una mujer llamada Roberta, que había sido cortada en dos por la cintura como consecuencia de nuevo truco fallido de Orpheo. Después de escuchar de labios de Roberta que no bastaba con romper la maldición sino que había que rescatar a Elizabeth del limbo para llevar de nuevo la paz a los fantasmas del teatro, los jóvenes se dirigieron hacia la caja y, al ver que sólo habia espacio para uno, Alex decidió entrar en primer lugar y pidió a Terry que le siguiera. Alex observó la presencia de varios interruptores y pulsó el que tenía el dibujo de una tumba, pero antes de que su hermana pudiera seguir su ejemplo, Orpheo entró en la habitacián y se apoderó de Terry. Alex astaba de nuevo sólo, pero la situación habia cambiado, ahora era él quien estaba libre y el que debia seguir investigendo para acabar con la maldición. Alex se encontraba en algo parecido a una cripta funeraria. Encontró una lámpara, y, con ayuda de su luz, se dirigió a las tumbas y encontró una pala junto a una de ellas. Con 1a pa1a en su poder, entró en el mausoleo de Orpheo y la utilizó para mover una losa falsa de la pared. En el hueco situado detrás se encontraba otro de los objetos mágicos de Orpheo, su sombrero. Alex salió del mausoleo y, recorriendo un pasillo situado cerca de las tumbas, regresó a la habitación donde había estado encerrado antes. Volvió a entrar en la caja de teletransporte y pulsó el botón que tenía el dibujo de unas escaleras, llegando de ese modo a una habitación en la que encontró dos llaves, una verde y otra roja. Alex consiguió comunicarse con Felicia mediante el espejo de la próxima habitación. La mujer decapitada explicó que podía hacer llegar un objeto a Terry, asi que Alex colocó la llave verde en el interior de la caja púrpura y examinó cuatro modelos a escala colocados sobre una mesa. Escogiendo el modelo de la izquierda, el único que reflejaba con exactitud la forma de la habitación en la que se encontraba, consiguió abrir una nueva puerta secreta.
EN BUSCA DE UN MEDALLÓN
Alex se encontraba en el segundo piso del teatro y lo primero que
hizo fue abrir la puerta que conducia al anfiteatro. Alli, entre un público
inmóvil compuesto por estatuas de cera, encontró unos prismáticos
de teatro y los utilizó para examinar de cerca el escenario. Un
hombr e vestido como un bufón y cubierto por un barril atravesado
por espadas, cantó una extraña canción que contenía
diversas pistas para resolver el misterio y finalizó su actuación
arrojando hasta Alex un objeto que resultó ser la capa de Orpheo.
Alex subió un piso más y encontró una puerta para
empleados que conducía al cuarto de las luces. Abrió otra
puerta y, al mirar por la ventana desde la que se conternplaba el escenario,
recibió la visita de un nuevo fantasma. Se trataba de Sarah, la
encargada de las luces, que explicó que Orpheo repetia cada noche
sus trucos ante una audiencia de estatuas de cera y que
alguien debía reaIizar correctamente el truco de teletransporte
para devolver la paz a los habitantes del teatro. Una nota colocada sobre
la pared parecía indicar que las luces no funcionaban, así
que Alex manipuló el panel de interruptores, y entrando y saliendo
varias veces en la habitacion de la ventana, descubrió que habían
aparecido unas palabras en la pared, hasta entonces vacía, que
parecian contener una importante pista. Alex regresó al panel,
activó los interruptores 4- 6-10 y, finalmente, encendió
el interruptor principal para recuperar el suministro de energía
eléctrica. Sólamente entonces pudo encender el gran proyector
y, con ayuda de su luz, mirar por la ventana colocada al lado del proyector
y comprobar que un objeto, que reconoció como el medallón
de Orpheo, colgaba de la gran lámpara del techo. Alex regresó
a los pasillos de la última planta y encontró un cartel
sobre una de las paredes con varios dibujos de espectros, asi que pulsó
sobre el primer y ultimo dibujo de la fila de abajo y consiguió
que se abriera una puerta secreta en la pared. Detrás, había
un ataud y una nueva caja de teletransporte, así que Alex se introdujo
en esta última y pulsó sobre el dibujo de la luna. Nuestro
amigo había alcanzado el tejado del teatro, pero en lugar de explorar
el tejado, decidió entrar por la puerta que que daba a sus espaldas,
bajar unas escaleras y entrar por la puerta más cercana para llegar
a una zona que pronto reconoció como la situada sobre el falso
techo que rodeaba la bóveda del teatro. Caminando sobre unos inestables
pasillos formados por tablones, encontró en el suelo un rollo de
cuerda, pero justo en el momento en el que lo recogía un horrible
monstruo luminoso apareció frente a él. Sin perder un instante,
Alex volvió sobre sus pasos hasta encontrar una bombilla apagada,
lugar en el que introdujo un cable eléctrico en un enchufe y lo
volvió a sacar para conseguir que el monstruo quedara atrapado
en el interior de la bombilla. Alex regresó a los pasillos del
teatro y siguió su camino hasta observar una cuerda en el suelo.
La cuerda cobró vida cuando nuestro amigo se acercó a ella,
pero Alex evitó un posible ataque arrojando al vacío el
saco de arena al que estaba atada la cuerda. Al fondo del pasillo había
una puerta cerrada, pero retiró el tablón para conseguir
abrirla y después de recorrer un nuevo pasillo regresá al
hall del teatro. Alex volvió a atravesar la
puerta de los espectros, pero esta vez se introdujo en el ataúd
y llegó a una nueva sección del falso techo.
Recorriendo un nuevo pasillo cubierto de tablones y subiendo dos tramos
de escaleras alcanzó la cúpula del patio de butacas y a
través de un agujero pudo ver con toda claridad la lámpara
que iluminaba las butacas. Con ayuda de la cuer da consiguió apoderase
del medallón de Orpheo.
AVENTURA EN EL ÁTICO
Alex regresó
al pasillo del último pisoy se fijó en cuadro que contenía
un magnífico retrato de Orpheo. Después de darse cuenta
de que los ojos del retrato podian moverse Colocó ambos ojos de
manera que miraran hacia arriba -primero el izquierdo y luego el derecho-
y dejó al descugierto una nueva puerta secreta. Subió unas
escaleras, abrió la siguiente puerta con la llave roja y alcanzó
el ático del teatro, las habitaciones privadas de Mary. Pero Orpheo
estaba allí, preparándose para la función de la noche,
y lanzando un hechizo sobre Alex provocó que se sumiera en un profundo
sueño.
Preocupada al ver que su hermano no venía a rescatarla, Terry
decidió explorar la habitación en la que había sido
encerrada y encontró la llave verde en el interior de una caja
púrpura idéntica a la utiliada por Alex. Terry examinó
los diarios encontrados en los cajones del escritorio y se fijó
en una nota y un diagrama colocados sobre la pared en las que se explicaba
la manera en que debían ser operadas las cajas de teletransporte.
Precisamente, habia una de esas cajas junto a la puerta de la habitación
con una nota que indicaba que la caja no funcionaba corréctamente
y sólo permitía un viaje de unos tres o cinco minutos, pero
decidió arriesgarse y pulsó el botón con el dibujo
de un cubo. Terry se
encontraba de nuevo en el taller de modelado de figuras de cera, pero
en esta ocasión subió por las cadenas situadas junto a la
caldera y encontró en el techo una caja Recordando lo que había
visto junto a la estatua de Sherlock Holmes, abrió la caja con
ayuda de la llace verde y dentro encontró el último de los
objetos mágicos de Orpheo:los ojos.
Nuestra amiga regresó a la habitación de la caja de teletransporte
justo en el momento en el que Orpheo venía a buscarla para llevarla
junto a su hermano. Mientras Orpheo abandonaba momentánearnente
la sala para prepararse para la función, Terry despertó
a su hermano de su profundo sueño y juntos decidieron explorar
la habitación para intentar encontrar la forma de escapar. Terry
y Alex abrieran una puerta con el rótulo ”KEEP OUT”, cogieron rápidamente
una llave azul que encontraron dentro, y cerraron la puerta antes de que
el ruido que surgía de ella se hicier a insoportable. A continuación,
se
dirigieron al dormitorio, apartaron la almohada que había sobre
la cama, dejando al descubierto una caja, y al abrirla encontraron dentro
una bola de cristal. Pero la bola se cayó al suelo cuando los dos
hermanos intentaban examinarla y una puerta secreta se abrió junto
a la cama.
EL FIN DE LA MALDICIÓN
La habitación en la que se encontraban era sin duda la utilizada
por Mary para realizar sus oscuros ritos mágicos. Allí estaba
la estatua de cera de Orpheo protegida por una barrera mágica creada
por Mary para impedir que nadie se acercara a la estatua, pero Terry se
fijó en la presencia de una vela roja con la forma de la hechicera
sobre la mesa y decidió encenderla con ayuda de la otra vela, la
colocada sobre un cráneo. A medida que la cera de la vela se consumía,
Mary sufrió violentos espasmos que acabaron por destruir la barrera
mágica. La estatua de Orpheo estaba por fin al alcance de nuestros
amigos.
Terry y Alex colocaron sobre ella el sombrero, el medallón,
la capa, la varita mágica y los ojos y repentinamente la estatua
cobró vida al tiempo que la figura, que hasta entonces habían
creído que era Orpheo, cambiaba de forma hasta convertirse en Mary.
La antigua estatua reveló toda la verdad. Él era el verdadero
Orpheo, convertido,en estatua de cera a causa de la maldición,
y la persona que todos creían que era el mago era en realidad Mary
disfrazada, que de esa manera había cumplido su vieje sueño
de convertirse en la estrella del teatro.
Pero Terry y Alex aún no habian terminado su misión,
ya que tenían que realizar correctamente el truco del teletransporte
y rescatar a Eliza del limbo.
Sin perder un segundo y perseguidos por la furiosa hechicera, nuestros
amigos regresaron al dormitorio, atravesaron una puerta azul con ayuda
de la llave del mismo color, llegaron al tejado por una escalera de caracol
y, cruzando el tejado, alcanzaron de nuevo el escenario. Terry Alex se
colocaron frente a las cajas y anunciaron al público inmóvil
que iban a realizar el famoso truco de teletransporte. Mary irrumpió
en la sala e intentó detenerles, pero Alex se introdujo en una
de las cajas y pulsó el botón de la interrogación.
Mágicamente, la otra puerta se abrió y Elizabeth surgió
por ella después de decenas de años en el limbo. Rota definitivamente
la maldición, todos los fantasmas del teatro recuperaron de nuevo
la paz. Aldo rompió sus cadenas, Felicia recuperó su cabeza
cortada, Roberta consiguió unir su cuerpo y sus piernas y Sarah
dejó de flotar en el aire para pisar de nuevo el suelo. Y a cada
instante, mientras los afectados por su maldición recuperaban su
aspecto normal, el cuerpo y el rostro de Mary sufrieron espantosas transformaciones
que la transformaron en una criatura reseca y envejecida.
Aún quedaba recuperar a Alex, y para ello Terry se limitó
a recordar el mensaje de la pared y mover ambas cajas hacia el centro
para unirlas y convertirlas en una sola. Alex salió de ella entre
los aplausos de un público que volvía a llenar de vida el
viejo teatro de Orpheo, un teatro que, libre de la maldición, podía
volver a ser un lugar donde disfrutar con la magia.
Solucióm por P.J.R.