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CORRÍA
EL AÑO 2135 y TRANSCURRÍAN LOS ULTIMOS DÍAS
DE LA PRIMERA GUERRA INTERESTELAR ENTRE LAS FUERZAS DE LA FEDERACIÓN
TERRESTRE Y EL IMPERIO VAKKAR. CASEY O'BANNON ERA EL PRIMER ARTILLERO
DEL TALON, UN MODERNO INTERCEPTOR PILOTADO POR ARIEL MATHESON Y ZACK
SMITH, Y MANTENÍA UNA CORDIAL RELACIÓN CON UNOS COMPAÑEROS
OUE CONOCÍA DESDE LOS TIEMPOS DE LA ACADEMIA ESPACIAL. PERO DURANTE
UNA MISIÓN DE PATRULLA, UN GRUPO DE CAZAS ENEMIGOS SURGIO
DEL HIPERESPACIO Y ATACO EL ESCUADRÓN DEL OUE FORMABA PARTE EL
TALON.
PESE A DESTRUIR VARIAS NAVES DE LOS VAKKAR, CASEY
NO PUDO HACER NADA POR EVITAR OUE UN DISPARO ENEMIGO DAÑARA SERIAMENTE
EL CONTROL DE NAVEGACION DEL TALON Y OBLIGARA A LA TRIPULACIÓN
A ABANDONAR LA NAVE.
ARI Y ZACK CONSIGUIERON ALCANZAR EL ESPACíO
SIN PROBLEMAS, PERO LA CÁPSULA DE SALVAMENTO DE CASEY CHOCÓ
CONTRA UN TROZO DE FUSELAJE DE UN CAZA ENEMIGO.
Dos meses más tarde cuando Casey despertó
de nuevo, lo primero que vio fue el rostro familiar de su compañera
Ari. La joven intentó explicarle que el choque sufrido había
sido brutal y que los tecnomédicos solo hablan podido salvar
su cerebro y lo habían implantado en un sistema de mantenimiento
de constantes vitales. Ari y Zack habían sacado el cerebro de
Casey del laboratorio médico y lo habían conectado a los
sistemas de una nave de transporte llamada Artemis, de manera que Casey
podía utilizar los sistemas audiovisuales de la nave para comunicarse
con el exterior.
Casey utilizó
el pulsador YES de su panel de control para hacer saber a Arí
que podía verla y escucharla perfectamente. Sólo entonces
Zack explicó que la guerra había terminado, los Vakkar
se habían rendido y tantoél como Arí habían
sido expulsados de la flota. Ahora habían decidido utilizar el
Artemis para recuperar naves de guerra y transporte dañadas durante
el conflicto para intentar aprovechar parte de sus sistemas o cargamento.
Y para esa nueva ocupación contaban con Casey como un miembro
más de la tripulación.
MISIÓN DE RUTINA
Un par de días más tarde, el Artemis
circulaba por el sistema Draylak y encontraba una nave abandonada de
los Vakkar en el interior de una zona de asteroides. Casey habia sido
alojado en el interior de una sonda dotada de una movilidad ilimitada
y Ari sugirió que fuera Casey el que probara sus nuevas habilidades
explorando la nave enemiga.
Casey activó el botón STARTUP, luego el DIAGNOSTICS
para comprobar el correcto funcionamiento del sistema y, finalmente,
el botón DEPLOY para separarse del Artemis y lanzarse al espacio.
La sonda atravesó el cinturón de asteroides, analizó
la nave abandonada y se acercó a una escotilla que se abrió
al disparar el láser contra el botón azul situado en la
parte superior. Casey activò el botón FLOODLIGHT para
iluminar el interior de la nave enemiga y exploró su interior
hasta encontrar un pequeño objeto que flotaba libremente. Después
de atraparlo mediante el GRAPPLE-ARM y comprobar su naturaleza con la
opción ANALYSIS, Ari comprobó que el objeto carecía
de interés y pidió a Casey que lo abandonara. La sonda
completó la exploración de la nave sin encontrar nada
importante y regresó al Artemis.
Zack propuso realizar un salto hisperespacial para
dirigir el Artemis a una zona en la que se adivinaba la presencia de
abundantes restos de guerra, y aunque Ari consideraba la maniobra como
demasiado peligrosa, Casey se mostró partidario de realizarla.
Así que los dos pilotos prepararon la nave para el salto espacial,
pero su sorpresa fue mayúscula cuando el Artemis reapareció
en el punto de destino y comprobaron que se dirigían a gran velocidad
hacia una gigantesca nave alienígena cuya construcción
completamente desconocida no había sido advertida por los sistemas
de radar.
Ari y Zack nada pudieron hacer por evitar el desastre y el Artemis
chocó frontalmente contra la nave alienígena.
El choque fue terriblemente violento, hasta el punto de que los dos
pilotos quedaron inconscientes en sus asientos y todos los sistemas
del Artemis se desactivaron. Sólamente Casey parecía mantener
todas sus constantes activas y pudo restablecer el suministro de energía
a los cuatro sistemas principales de la nave.
EN EL INTERIOR DE LA NAVE ALÍEN
Los controles de la nave volvieron a funcio nar y los
dos pilotos recuperaron el conocimiento. Entonces, se dieron cuenta
de la magnitud del desastre. El Artemis se había incrustado en
la gigantesca nave alienigena y era imposible despegarlo de ella, y,
para colmo de males la nave extraterrestre se dirigía a la corona
de una estrella binaria que acabaría carbonízándoles
a todos si no conseguían desviar el rumbo. La única posíbilidad
de salvación consistía en entrar en la nave alienigena,
localizar su sistema de navegación y variar su rumbo para alejarla
de la atracción de la estrella.
Casey analizó la nave alienigena y salió de nuevo al
espacio utilizando la secuencia
STARTUP - DIAGNOSTICS - DEPLOY. Cuando la senda encontró un
agujero en el casco de la nave lo suficientemente grande como para utilizarlo
como entrada Ari y Zack
abandonaron la cabina del Artemis, se ce locaron sendos trajes espaciales
y se dirigieron al punto donde Casey les esperaba. La sonda iluminó
el interior de la nave utilizando el botón FLOODLIGHT y encontró
un túnel por el que descendió seguida de los dos pilotos.
Finalmente, encontró una puerta circular y después de
analizarla consiguió abrirla enviando una señal amarilla.
La puerta
volvió a cerrarse cuando habían llegado a una pequeña
sala. Arí descubrió que la atmósfera en el interior
de la nave era respirable, y tanto ella como Zack decidieron quitarse
los trajes espaciales. Repentinamente, un alienígena moribundo
cayó a su lado y no pudieron hacer nada por salvarle, pero sólo
entonces quedaron a la vista las paredes de la sala y se dieron cuenta
de que tenía cuatro puertas. En una de ellas había quedado
atrapado un alienigena similar al primero y, aunque no consiguieron
abrir completamente la puerta, había un hueco lo suficientemente
grande como para que Casey pasara por él. La senda exploro durante
unos segundos la sala situada detrás de la puerta, regresó
al lugar donde se encontraban sus amigos y, cuando le preguntaron si
había encontrado algo parecido a un control de navegación,
contestó negativamente.
Cruzaron una de las puertas restantes, visitaron una sala en la que
no encontraron nada interesante y cruzaron la cuarta y última
puerta. Después de atravesar un pasillo en el que encontraron
más aliens muertos, llegaron a una extraña sala mucho
más grande que la anterior. En el centro, había una especie
de pilar de luz que se elevaba hasta la parte más alta de la
cúpula y a su alrededor seis puertas de colores diferentes con
unos extraños símbolos sobre ellas. Habían entrado
por la puerta roja y Ari sugirió que comenzaran a explorar a
partir de la puerta situada a su derecha, de color amarillo.
LA PUERTA AMARILLA
Casey analizó la puerta amarilla y descubrió
que los símbolos colocados sobre ella, que podían asociarse
con colores, parecían pertenecer a un lenguaje desconocido, así
que decidió almacenar la secuencia de colores en su memoria y
darle un nombre para recordarla en el futuro. A continuación,
abrió la cubierta de la puerta enviando una señal de color
amarillo y desactivó su cerradura electrónica resolviendo
una prueba de lógica.
Al fondo de un largo pasillo, había una nueva sala con tres
puertas.
Exploraron la habitación situada detrás de una de ellas
y, asustados al escuchar ruidos amenazadores, decidieron volver a la
sala de las tres puertas y atravesar la que quedaba. Estaban examinando
la arquitectura de la habitación a la que habían llegado,
cuando repentinamente un pequeño alienígena volador surgió
como una flecha de una abertura del techo, atacó a Zack y le
hizo perder el conocimiento.
Arí consiguió acabar con la bestia pero contempló
con horror que un grupo de criaturas idénticas salían
del mismo lugar y se dirigían hacía ella con la peor de
las intenciones. Arrastrando a su amigo inconsciente, Ari consiguió
a duras penas alcanzar la puerta más próxima, la cual
se cerró cuando los aliens estaban a punto de atraparles. Sin
duda alguna, eran estos pequeños aliens voladores los que habían
invadido la nave y habían acabado con todos sus tripulantes,
y esa podía ser la explicación de los cadáveres
que habían encontrado hasta ahora.
Cuando Zack comenzaba a recuperar el conocimiento, la plataforma
sobre la que se habían colocado comenzó a elevarse lentamente
hasta alcanzar una sala circular con una extraña máquina
en el centro. Casey analizó la máquina, envió una
señal de color violeta, y en ese momento la bóveda de
la sala se descubrió revelando una hermosa visión del
espacio que les rodeaba.
Después de resolver un curioso acertijo planteado por una
máquina alienígena, los tres amigos decidieron abandonar
la sala, pero cuando se acercaban a la salida un nuevo grupo de aliens
voladores apareció de improviso y comenzó a atacarles.
Mientras Ari y Zack se defendían de las mortíferas criaturas,
Casey decidió ayudarles y disparó repetidamente su láser
contra los aliens, evitando en todo momento alcanzar a sus compañeros.
Pero cuando ya habían destruido la mayoría de los enemigos,
un mal paso hizo que Zack disparara su arma contra la cúpula
de la sala, la cual se resquebrajó y provocó una pérdida
de presión que arrastró a Arí y Zack fuera de la
habitación. Los dos pilotos se agarraron a duras penas a un saliente
y hubieran sido absorbidos por el vacío si Casey no hubiera conseguido
cerrar la bóveda enviando una señal de color amarillo.
Desgraciadamente, los repentinos cambios de presión hicieron
que la sonda se golpeara contra una de las paredes de la sala y cayera
inmóvil el suelo. Casey se dio cuenta que los sistemas cíbernéticos
que le mantenían con vida estaban a punto de fallar y tuvo el
tiempo justo para realizar un autodiagnóstico y conectar de nuevo
todos les sistemas dañados por el choque.
LA PUERTA AZUL
Recuperada la calma, les tres amigos regresaron a la
sala de las seis puertas y decidieron seguir con su exploración.
La puerta azul, que contenía un nuevo código alíen
que Casey almacenó en su memoria interna, abrió su compuerta
cuando Casey envió una señal de color azul y quedó
definitivamente abierta al resolver el complejo mecanismo de su cerradura.
Arí, Zack y Casey recorrieron un pasillo y llegaron a una
sala en la que una plataforma comenzó a elevarse hasta llegar
a un extraño lugar. Les rodeaba un paisaje desértico en
el que podían verse a lo lejos altas montañas y se sentía
incluso la caricia del viento. Ari y Zack estaban preguntándose
si se tra taba sólo de una ilusión, cuando Zack cometó
la imprudencia de alejarse de la plataforma y fue súbitamente
tragado por el suelo.
Asustada, Arí se acercó al lugar donde habla desaparecido
su compañero y comprobó que el suelo no era material,
sino que estaba formado por una delgada película luminosa. Zack
se sujetaba a duras penas a una barra metálica, pero la barra
se rompió y Zack comenzó a caer al vacío. Sin perder
un instante, Casey se lanzó al rescate de su amigo, consiguió
que Zack se agarrara a él para detener su caída y, finalmente,
regresó a la plataforma controlando con cuidado su motor de impulsión
para evitar que se calentara en exceso.
De nuevo en el paisaje desértico, Casey analizó una
extraña estatua alienígena colocada sobre un pedestal
circular y, al enviar una señal de color azul, una parte del
pedestal se separó y planteó una nueva prueba de habilidad
e inteligencia.
Después de resolverla, Casey tuvo la ocurrencia de enviar
a la estatua el código de colores que había encontrado
en la puerta azul de la sala de las seis puertas -para ello, seleccionó
el código que era adecuado y pulso sobre el botón SEND-
y, repentinamente, el pedestal de la estatua se abrió dejando
al descubierto una curiosa esfera.
Casey cogió la esfera con su brazo mecánico y se la
mostró a sus des amigos, siendo Zack el que decidió guardarla
en un saco por si más adelante les resultaba de mayor utilidad.
LAS ÚLTIMAS PUERTAS
Los tres amigos regresaron a la sala central y continuaron
su aventura con la siguiente puerta. Casey la analizó, almacenó
su código, envió una señal de color naranja y desactivó
su cerradura resolviendo una nueva prueba de inteligencia.
Al otro lado de un largo pasillo había una habitación
cerrada. Casey se fijó en la presencia sobre el suelo de un objeto
que llamó su atención, así que se acercó
a él y comprobó que era una especie de urna rodeada de
varios óvalos de colores. Casey envió hacia la máquina
el código de colores que había almacenado segundes antes
en la puerta naranja y la urna se abrió, dejando al descubierto
una nueva esfera que Casey cogió con ayuda de su brazo mecánico.
Casey descubrió
la presencia de otra máquina alienígena, un extraño
aparato con seis apéndices, cada une de los cuales tenía
la punta de un color diferente. La sonda envió varias señales
de colores para reactivar la máquina y finalizó la transmisión
enviando tres veces la señal de color violeta, ya que de esa
manera el apéndice respectivo disparó una especie de láser
que, al alcanzar el cadáver de un alíen, acabó
cortando una de sus garras.
De regreso a la sala central, Casey repitió el procese ya
conocido con la puerta de color verde, es decir, analizarla, almacenar
el código dibujado sobre ella, enviar una señal del mismo
color de la puerta y, finalmente, abrirla resolviendo una prueba de
ingenio. Recorrieron un pasillo y llegaren a una gran sala donde el
repentino ataque de un alíen volador tuvo come consecuencia que
la puerta por la que habían entrado quedara
bloqueada. Arí pidió a Casey que explorara la sala
para buscar otra salida y pronto la sonda descubrió una abertura
en la pared opuesta. Pero antes de explorarla, Casey comprobó
que justo detrás de él habla una nueva urna idéntica
a la que había encontrado pocos minutes antes, así que
se acercó a ella, envió el código de la puerta
verde y recogió una nueva esfera con ayuda de su brazo mecánico.
Ahora era el momento de explorar la abertura, así que Casey
entró por ella y activó su foco luminoso para romper la
oscuridad. Fue entonces cuando Casey se dio cuenta que se encontraba
en un complejo laberinto de túneles en el que era muy fácil
perder la orientación. Sólamente después de largas
exploraciones, descubrió que era casi imposible realizar un mapa
detallado de los túneles y que había un único camino
que conducía a la libertad. Desde el punto de inicio del laberinto,
debía avanzar dos veces hacia delante, girar a la izquierda,
avanzar dos veces hacia adelante, repetir tres veces la combinación
girar a la derecha y avanzar una vez, girar a la izquierda y finalmente
avanzar dos veces hacia adelante. Entonces encontró una salida
y pudo rescatar a sus amigos de su encierro.
La puerta violeta fue abierta siguiendo el mismo sistema que las
anteriores. El pasillo conducía a una sala circular con siete
terminales en el centro y una abertura en la pared que permitía
acceder a un pasillo. Casey se acercó al primer terminal, le
analizó y comprobó que dos de sus señales de colores
permitían a acceder a nuevos códigos alienígenas,
códigos que, aunque estuvieran formados por menos colores que
los de las puertas, podían almacenarse en la memoria de la sonda
de la misma manera. Casey rastreó uno tras otro los siete terminales
y, de esa manera, almacenó catorce secuencias distintas en su
memoria.
El pasillo conducía a una sala en la que un puente sumamente
estrecho conducía a una plataforma. Ari consiguió llegar
hasta la plataforma y recoger una esfera idéntica a las encentradas
por Casey, pero en el momento de levantarla de su urna la plataforma
quedó cubierta por un campo de fuerza.
Asustada al verse súbitamente prisionera, Ari intentó
destruir la barrera con su arma, pero lo único que consiguió
fue caer herida al suelo, así que Casey desactivó la barrera
con una señal violeta y Zack recogió a su compañera
inconsciente.
LAS ÚLTIMAS ESFERAS
De regreso a la sala de las seis puertas, Arí
y Zack comprendieron que su situación era muy comprometida. Habían
explorado todos los pasillos situados detrás de las puertas y
no habían encontrado ni rastro de posibles contróles de
navegación con los que modificar el rumbo de la nave alíenigena.
Lo único que tenían eran cuatro esferas aparentemente
inútiles.
Pero Casey no estaba dispuesto a darse por vencido. Atravesó
de nuevo la puerta amarilla, se dirigió a la sala en la que antes
no se habían detenido y encontró una nueva urna cerca
de la puerta. Enviando el código recogido en la puerta amarilla,
la urna se abrió dejando al descubierto una quinta esfera.
Lógicamente, la sexta esfera debía estar detrás
de la puerta roja, la puerta por la que habían entrado en la
gran sala central, y Casey resolvió una nueva prueba de ingenio
para abrir su cerradura. No pudo almacenar en su memoria el código
de colores de la puerta, ya que no tenía espacío para
una nueva combinación, pero algo le decía que esta última
combinación no iba a ser necesaria.
Casey llegó a la sala por la que habían entrado a la
nave y atravesó de nuevo la puerta que había quedado entreabierta
al haber atrapado en su movimiento a un alíen. Ya conocía
la sala que había detrás, una gigantesca habitación
oscura en la que destacaba la presencia de unas extrañas formas
en las paredes con tres cavidades circulares, así que decidió
explorar una a una dichas cavidades. En una de ellas -mirando de frente
a la puerta, era la cavidad superior izquierda del segundo grupo inferior
de la izquierda- encontró una gigantesca criatura alienígena
que destruyó con su láser, la cual dejó caer una
nueva esfera que Casey recogió con su brazo mecánico.
Al regresar a la sala de las seis puertas, el pilar luminoso del
centro se desvaneció, dejando al descubierto una extraña
máquina con seis agujeros circulares. Zack decidió introducir
las esferas por los agujeros y en ese momento se produjo una transformación
en la parte superior de la máquina apareciendo tres hendiduras.
Casey atravesó la puerta naranja, atrapO con el brazo mecánico
la garra alíen que había quedado antes sobre el suelo,
regresó a la sala central y colocó la garra sobre las
hendiduras de la máquina.
De repente, la plataforma sobre la que descansaba la máquina
comenzó a elevarse hasta llegar a una nueva sala que parecía
ser el centro de control de toda la nave. Ari y Zack encontraron lo
que parecía ser la consola de navegación de la nave y
descubrieron la presencia de un gigantesco alíenígena
que se acercaba a ellos y parecía intentar comunicarse mediante
un lenguaje basado en colores. Aterrorizado, Zack estaba a punto de
atacar al alienígena con su arma cuando Casey decidió
probar las combinaciones de colores encontradas en los terminales para
intentar entablar contacto con él. La secuencia amarillo-verde-azul,
una de las catorce secuencias extraídas, correspondía,
al parecer, a un mensaje de paz, ya que el alien no intentó atacarles.
En ese momento, un gigantesco embrión colocado en una especie
de incubadora comenzó a agitarse y Arí y Zack fueron los
primeros humanos en contemplar el fascinante espectáculo del
nacimiento de una reina.
La nueva reina ayudó a Arí y Zack a liberar el Artemis,
enseñó a Casey su lenguaje y les dio todos los materiales
necesarios para reparar la nave. Dos especies muy diferentes, procadentes
de mundos muy lejanos, habían compartido durante unas horas un
mismo destino y ahora se separaban de nuevo, después de haber
creado entre ellas sólidos lazos de amistad.
Solución por P.J.R.